Un niño aprende a caminar cayéndose y levantándose nuevamente. Esto comparado contra una vida de caminar, el período de tropezarse continuamente es relativamente corto.
Similarmente, las dificultades y aflicciones en nuestras vidas son relativamente cortas. Nos son enviadas para ayudarnos a aprender a caminar espiritualmente. Cuando entendemos nuestros "problemas" de esta forma, su duración es corta comparada con toda una vida de satisfacción espiritual.
Hoy, recuerda levantarte después de caer.
1 comentario:
hola tocaya..nos e como llegue a tu blog pero aca estoy ....aprovecho para dejarte saludos...e invitarte a que visites mi blog...
un abrazo
clau..
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